Registros Akáshicos: Origen de la creencia y Proliferación de los registros akáshicos
Probablemente la primera mención a los registros akáshicos se encuentra en un libro de la filósofa británica Annie Bésant (The ancient wisdom, «La sabiduría antigua», de 1898).
Ella propuso que los antiguos maestros creían que existían unos registros insertos en otra realidad incorpórea, desconocida para la mayoría de los seres humanos.
Entre estos «antiguos maestros» incluía a:
- los caldeos,
- los chinos,
- los cristianos,
- los druidas,
- los egipcios,
- los griegos,
- los hebreos,
- los himalayos,
- los hinduistas,
- los mayas,
- los árabes,
- los persas y
- los tibetanos.
O sea, abarcó a la mayoría de las culturas antiguas conocidas en su época (principios del siglo XX). No aportó ninguna prueba documental de ninguna de estas culturas.
En 1913, el teósofo británico Charles Webster Leadbeater (1854-1934) publicó su libro Man: How, Whence, and Whither?, donde cuenta sus experiencias analizando los registros del éter desde el verano de 1910 en la sede de la Sociedad Teosófica en Adyar (Tamil Nadú, India). Allí contó la supuesta Historia de la Atlántida y otras civilizaciones desaparecidas. También afirmó que la sociedad en la Tierra del siglo XXVII estará alimentada por energía atómica.
Después del libro de Leadbeater, una gran cantidad de europeos y estadounidenses declararon que también podían acceder a los registros akáshicos, y empezaron a publicar libros acerca de sus hallazgos:
- Edgar Cayce
- Rudolf Steiner
- Max Heindel
- Alice Bailey
- Dion Fortune
- Samael Aun Weor
- Manly P. Hall
- William Lilly
- Lilian Treemont
- George Hunt Williamson
- Eric Barone
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