Cientos de personas se congregaron en Detroit
(EUA) a medianoche del sábado pasado para rendir culto a una figura de
bronce con cabeza de macho cabrío, en "la ceremonia satánica pública más
grande de la historia", según informa hoy en su web la institución
organizadora.
The Satanic Temple (TST) mantuvo la localización del evento en
secreto y, solo unas horas antes de que comenzara la ceremonia, envió la
ubicación por correo electrónico a aquellos que, por 25 dólares, habían
adquirido las entradas para una fiesta en medio del "caos, el ruido y
el libertinaje".
El objetivo era dar a conocer, por primera vez, la figura de
casi tres metros de alto a la que el TST ha denominado " ", el mismo
nombre de un ídolo que, según se cree, adoraban los templarios, motivo
por el cual fueron declarados herejes.
Según las fotos colgadas por la organización satánica en
Facebook, la ceremonia tuvo lugar en un edificio industrial de Detroit,
la capital mundial del motor que, desde los años 90, se encuentra sumida
en una fuerte crisis industrial.
En medio de música, aplausos y vítores, los líderes del grupo
satánico desvelaron la escultura de casi una tonelada de peso de
Baphomet, con cuerpo de hombre, alas y cabeza y pezuñas de macho cabrío.
Según muestran las fotos de la fiesta, la figura se sienta en un
gran trono que está adornado en su parte superior con un pentagrama
invertido (una estrella de cinco puntas símbolo del satanismo) y está
flanqueada por las figuras de una niña y un niño.
Con esta ceremonia, el grupo satánico quiere impulsar el
traslado de la escultura a Arkansas, donde a principios de este año el
gobernador firmó un proyecto de ley para autorizar la construcción de un
monumento a los 10 mandamientos que Dios entregó a Moisés, según el
judaísmo y el cristianismo.
La organización satánica quiere instalar su escultura de
"Baphomet" cerca de la de los 10 mandamientos, junto al parlamento
estatal, pero las autoridades de Arkansas se han negado en rotundo.
No obstante, la colocación de los 10 mandamientos cerca del
poder Legislativo de este estado del medio oeste de EUA también ha sido
objeto de controversia.
El Tribunal Supremo de Oklahoma consideró en junio de este año
que el monumento a los 10 mandamientos debe ser retirado porque vulnera
la constitución del estado, en la que se prohíbe usar propiedades
públicas para beneficiar a alguna religión.
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